martes, 25 de enero de 2011

Todo el mundo tiene decepciones.

Hay veces, que crees conocer a las personas, crees que son personas que valen la pena y después resulta que no lo son. Llegas a pensar que los conoces, que estarán ahí en cualquier momento. Pero con el tiempo te vas dando cuenta de que no es oro todo lo que reluce, que no debemos quedarnos con la fachada de la casa, hay que entrar y explorar para ver si nos gusta o no.

Pero al igual que existen las decepciones, porque vemos que las personas, que en realidad no son  personas...son gente, con caretas de personas, al igual que existe ese tipo de gente disfrazada, que nos decepciona, me he dado cuenta de que existen personas, ocultas tras caretas de gente, y esto es bueno, porque te da sorpresas, aunque no me gusten las sorpresas, es una sorpresa agradable.

¿Por qué existen personas disfrazadas de gente? No lo sé...pero puede que haya descubierto una persona, donde yo creía que simplemente había gente.


Sólo espero no equivocarme.

Al parecer no todo es como parece. Recuerda que tienes un problema, un defecto o como quieras llamarlo. Porque lo primero que haces al conocer a alguien, es observarlo y mirar los defectos que tiene para ti. Puede que eso fuera lo que te llevó al equívoco, lo que te hizo ver gente donde había una persona. Puede que...valga la pena darle la oportunidad que no le diste en su momento.

Se la merece.

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