martes, 23 de noviembre de 2010

Decepciones.

¿En qué habíamos quedado? En que no se puede confiar en nadie, joder...Ya es hora de aprender que las decepciones duelen. Es hora de que aprendas a vivir sin ellas, no las necesitas, ¿por qué carajo te empeñas en buscarlas? ¿Por qué carajos esperas más de lo que pueden darte?
Aprende a vivir con esas personitas especiales que tienes en tu vida...y olvídate de las demás.
Sí, eso es cerrarse al mundo, sabemos que lo es, pero no pondremos la otra mejilla después de haber recibido un golpe en una, no seguiré regalando sonrisas y recibiendo palos, creo que ya está bien de jugar a esto.
Es hora de regalar sonrisas a quien te saca esas sonrisas, de valorarlos como nunca, de saber que son esas personitas, las que cuentas con los deditos de una mano, las que siempre estarán ahí.
Olvídalo...no valen la pena, pero duele...claro que duele.

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